domingo, 12 de diciembre de 2010

BENITO GROSSMAN ESCRIBE DESDE CORDOBA (3 mails)

RECIBIDO EL 25/3/2010
Vos creías que no existíamos más, no? Bueno, desayunate con esta: en San Marcos Sierras siguen habiendo hippies, seguimos acá... En realidad es una vida bastante aburrida, pero es mejor que esa vida de ciudad con todo el mundo preocupado por conseguir una moneda. Te lo digo yo, y eso que vengo de una familia donde todos -padre, madre, tíos, primos- le han dedicado la vida a la guita. A la tela y a hacer guita. Salvo unos que se mudaron de Once a Devoto, abrieron una fabrica de bolsitas de nylon y se hicieron de oro. Esos no llamaron más, ni para año nuevo (ni para el nuestro ni para el otro). Pero mi viejo se quedó allá, en Lavalle casi Pueyrredon. Me contó mi vieja en una carta que en su lecho de muerte, lejos de enojarse por mi ausencia, mi papá dijo: “a Benito no lo critiquen, es mi hijo preferido, nunca me pidió un mango”... Ah, si, yo me llamo Benito, y se que Benito Grossman te suena raro, pero parece que a mi abuelo materno no le cabían mucho los muchachos de la cole, y cuando se dio cuenta de que no iba a poder impedir que mi vieja se quedara con mi viejo, exigió poder elegir el nombre de su primer nieto varón como condición para aprobar el casamiento. El abuelo se llamaba Enzo Montefaccini, pero no me puso su nombre, eligió Benito, andá a saber por que... Yo fui la oveja negra, me hice hippie y primero encaré para Buzios, estaban Charly y Zoca allá y ahí conocí a mi mujer, Alma, que es una de las tantas ex de García. Aunque esto de decir “mi” mujer o “ex” de tal no corresponde, suena a pertenencia, a propiedad privada y nosotros practicamos el amor libre, aunque a esta altura, las cosas como son, ya ni ganas de coger tenemos. Estamos grandes viste y la verdad es que las chicas se hacen mas viejas y no mudan sus habitos de higiene -o de no higiene- así que si antes era bravo imaginate ahora. Bueno che, nada mas, vine al pueblo a comprar unas cosas y me metí en este locutorio con ganas de escribir algo, pero me vuelvo volando a la comuna, que hicimos un jugo organico buenisimo y estos hippies de mierda se lo van a tomar todo... Chau loco... Paz..

RECIBIDO EL 17/5/2010
Te explicaba hace un tiempo  por que elegí esta vida: la de hippie; la de vivir en comunidad; la de rajarme del cemento, la tela, el 26, el 60, el 68 y las bocinas; la del aire puro y el jugo organico; y te decía que es mucho mejor esto, aunque sea monotono, que vivir con el único objetivo de hacer plata. Y es así eh, porque además la gente que te rodea en la ciudad es bastante mas polémica. No todos, ya se, pero aunque parezca mentira uno se termina dando cuenta de que la gente mas confiable es la mas extraña o la mas común, según el caso. Yo en general confío mas en los boludazos que se pelean a los gritos en los bares discutiendo de fútbol; en los snobs que hablan todo el día de música, no saben tocar ni el timbre y compran todas esas revistas para pibes; en los nabos que militan en politica y discuten y todavía creen; y hasta en los faloperos, que quieren guita si, pero para comprar merca o lo que sea, la quieren para gastarla, no para juntarla. Confio más en los langas tiroteadores que hablan todo el tiempo de minas y se compran la pilcha y el coche para ponerla, e incluso en los onanistas fanaticos del porno, aunque a esos nunca les doy la mano. Si, confío mas en todos ellos que en los que no tienen ninguna de esas características, hobbies, adicciones o aficiones. Sabés por que? Porque los que no ponen la libido en el futbol, la musica, la politica, las drogas, las minas o algo similar, la ponen en hacer guita. Y si bien los otros pueden resultar incomodos, estos no van a tener ningún prurito, ni codigo, ni lealtad, ni nada, si les bloqueas de alguna manera el camino al botín... “Juegan a primero yo y después a también yo y a las migas para mi”, canta el Indio... Y es así... Chau loco... Paz...

RECIBIDO EL 10/12/2010
Me lo contó mi vieja en una carta. La vecina de toda la vida, Bianca Sejman, le preguntó por mi, como andaba y esas cosas. Parece que ella contestó que todo bien y ahí vio – o creyó ver- un gesto de disgusto en Bianca. 
Vieja de mierda –escribió mamá- como si quisiera que le dijera que estabas mal, como si quisiera verme triste. Mirá Benito –siguió mi vieja- yo se que vos fumás esa porquería y que no te bañás muy seguido, pero también se que sos un buen chico y que sos feliz. No se cual será para esta mujer el concepto de estar bien o mal, para mi estás bien, yo no mentí... 
Lo que le pasó a mamá con la vecina no es raro. Hay gente a las que le causa un morbo notable –incluso excitacion- saber que a algún conocido le va mal. 
Quizás así se sienta mejor con su vida de mierda -concluyó mamá- chau nene, te quiero, cuidate... 
Algo parecido le pasaba a un amigo que se fue a España después de la crisis del 2001. La fecha no tuvo nada que ver, no se fue a probar suerte sino como acompañante terapeutico de una estrella de rock argentina. El nombre no viene al caso, ni el de la estrella ni el de mi amigo, no seas metiche. Y resulta que cada vez que se subía a un taxi, el tachero, al reconocer el acento, le preguntaba “y que tal están las cosas por allí?” Y sentía algo parecido a lo que sintió mamá con la vecina: en los meses que siguieron a la debacle era sincero y decía que estaba todo mal, ahí percibía en los tipos cierta satisfaccion y tenía que soportar la perorata de que “es una pena, pero cada pueblo tiene lo que merece, hay mucha corrupción y a fin de cuentas no se puede pretender que en sudamerica tengan la misma educacion que en Europa”. Después, cuando la situación argentina comenzó a mejorar, o por lo menos a estabilizarse, les respondía eso -y seguía siendo sincero- pero ahora notaba cierta desepción o incluso gestos de duda “si? están mejor? pues no es lo que se oye por aquí”. Mi amigo se bancó la situación un rato largo –varios viajes quiero decir- hasta que se hinchó los huevos y empezó a contestar que posiblemente si a Argentina hubiesen ido alemanes o britanicos, en lugar de españoles, la cosa podría ser bien distinta y que lo de Europa era relativo, ya que el consideraba, como muchos europeos, que Europa comenzaba realmente en los Pirineos. Le salió bien la movida, la mayoría de los viajes le salían gratis porque los tacheros indignados lo bajaban del taxi al instante. 
Osea que el alegrarse por la desgracia ajena no tiene fronteras, la sensación euforica de saberse mas exitoso que los demás no tiene límites. Incluso entre amigos y conocidos, yo he viso casos...
Quizás así se sientan mejor con sus vidas de mierda –recordé que dijo mamá- y es así... Chau loco... Paz








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