jueves, 2 de diciembre de 2010

APUNTES AEREOS

Pestañeo dos, tres veces, cierro los ojos y me quedo dormido… “Lo mejor que hizo mi vieja es el pibe que maneja” le pintó el grasa este al avión. A un avión que no es el que yo abordé, ese era de Aerolíneas Argentinas, que por suerte fue recuperada por el gobierno nacional y popular en defensa del país y sus intereses, y si hacemos una escala no prevista en Misiones para levantar gente varada a bancarsela, todo sea por la grandeza de la patria. Este es de Lapa, y el comandante se presenta como Enrique Piñeyro. “El de las modelos”, dice una señora dos filas mas allá, pero no, es el de las películas esas que te dan ganas de tomarte La Puntual hasta Madryn todas las veces que haga falta y no pisar nunca mas Aeroparque. Obviamente el comandante Enrique tiene un estilo personal para dirigirse a los pasajeros: nada de “vamos a subir a tal altura, pasamos por acá y por allá y llegamos a destino, donde la temperatura es de 15 grados, en dos horas y media”. No, el Quique le pone onda: “señores pasajeros, fue un gusto conocerlos pero si pasamos del despegue ya sería un milagro”… Y así todo el viaje, contándonos sobre las cosas que el avión no tiene, que le faltan, que le sacaron y que él no se toma vacaciones desde el quilombo del 2001… Ahí vamos, surcando el cielo y contra todos los pronósticos llegamos en dos horas y media a destino, donde la temperatura es de 15 grados… Nos levantamos antes de lo aconsejado, sacamos los bolsos de mano y prendemos los celulares… Empezamos a salir con la voz de Piñeyro de fondo: “Han tenido suerte amigos, es una rareza esto que pasó, pero si son viajeros frecuentes no van a tardar mucho en salir en los diarios”.

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